martes, 21 de agosto de 2012


¿Qué es la ética?
2ª Parte
Algunas cuestiones acerca de la consciencia moral

Si los juicios morales evalúan las acciones, a las personas y sus intenciones, además de a las instituciones, qué me permite hacer juicios de éste tipo. La respuesta concreta es la consciencia moral.
Los seres humanos tenemos consciencia moral y esta puede ser tomada como el punto de partida para nuestras reflexiones sobre la experiencia de la moral. Siguiendo al filósofo Richard Brandt en su obra A Theory of the Good and the Right, podemos identificar la existencia de la consciencia moral en una persona si identificamos en ella las siguientes actitudes:
  1. Siente aversión hacia cierto tipo de acciones aunque no le afecten directamente.
  2. Cuando debe elegir entre acciones repugnantes, compara la intensidad de sus aversiones y elige la que menos le repugna.
  3. Tiende a sentirse culpable si actúa contra sus aversiones a menos que exista una excusa para la acción.
  4. Desaprueba a quienes cometen acciones que le son repugnantes a menos que haya circunstancias que la excusen.
  5. Admira a quien realiza cierto tipo de acciones, sin desaprobar a quien no las efectúa.
  6. Desaprueba que otro no tenga sus mismas aversiones.
  7. Cree que esas actitudes pueden justificarse racionalmente, de un modo u otro.
La consciencia moral proviene de las construcciones convencionales de la sociedad, es decir, proviene de lagunas creencias en materia moral que consideramos verdaderas o racionalmente justificadas, no las ponemos en duda por que forman parte de las creencias, los argumentos, los prejuicios y las presuposiciones ordenadas que configuran los sistemas de ideas transmitidos en la formación de las nuevas generaciones, es decir, la mayoría de las ideas que nos permiten juzgar los hechos del mundo provienen de la cultura y la educación dentro de la que evolucionamos. De tal modo, si estas creencias cambian y se reconfiguran generacionalmente, también es cierto que el contenido de la consciencia moral lo hace.
Frente a dichas ideas del medio cultural y, por lo tanto las ideas que configuran el contenido de nuestros juicios morales, podemos tener diversas actitudes:
·         Mantenerse pasivo y reproducir las ideas dominantes;
·         Remitirse a una autoridad y abandonar las propias responsabilidades; por ejemplo, someterse a las ideas de un grupo o de un jefe, religioso o no;
·         Adoptar la primera idea percibida por seguridad, sin tratar de mejorar ni de revisar las propias creencias;
·         Adoptar una actitud crítica y tratar de cuestionar las propias creencias para mejorarse a uno mismo.
Desde la perspectiva del espectador, hace un examen de la justificación racional del comportamiento ajeno, de la organización social o nuestro comportamiento referido a otros. Como actor la pregunta es ¿qué debería hacer yo?; y en sentido teórico qué y cómo pueden justificarse los juicios morales. Estos tres planteamientos desde perspectivas diferentes son los problemas que abarca la ética.
Basado en el Capítulo I de la Primera Parte del libro La ética. Fundamentos y problemas contemporáneos de Pierre Blackburn.

No hay comentarios:

Publicar un comentario