lunes, 20 de agosto de 2012


¿Qué es la ética?

Para los fines de un curso como el nuestro aunque es necesario tener una definición clara de lo que es la ética no precisamos de hacer un análisis profundo de teorías y autores de las mismas sobre el tema.
Podemos partir de ver a la ética como una rama de la filosofía cuya preocupación principal es la moral y hacer análisis y teoría de la naturaleza, la función y el valor de los juicios morales.
Dado que el interés que perseguimos es más bien la bioética, trataremos de ajustarnos a la definición de la ética aplicada, entendida como aquella que estudia los problemas morales a los que nos enfrentamos en la cotidianidad, ya sea como individuos o en colectividad; el fin de dicho estudio es tratar de resolverlos o al menos hacer progresar hacia la solución de los mismos.
Los problemas morales individuales refieren a aquellas decisiones que debemos tomar para dirigir nuestro actuar particular, por ejemplo, podemos imaginar a una persona que detenida en el tráfico se ve ante el semáforo en amarillo y reflexiona sobre cruzar o no con la posibilidad de quedar atorado a mitad de la vía tapando el paso a los demás. Es un problema individual porque aunque la decisión que tome afectará a los demás, la decisión misma le corresponde a dicha persona y sólo a ella.
En cambio un problema moral colectivo puede ejemplificarse como la posición más justa que uno puede tomar frente al desplazamiento de grupos indígenas de sus lugares de origen y habitación por causas no justificables. Se trata en este caso de un problema que, siendo no indígena, no me afecta directamente, sin embargo puede entenderse como un problema social. Tanto los problemas morales individuales, como los colectivos, son de relevancia para la ética en tanto que son problemas morales y debe dárseles una respuesta o solución racional.
Ubicada dentro de las manifestaciones del pensamiento crítico humano, la ética, puede entenderse como la justificación racional de nuestros juicios morales. Traduciendo esta conceptualización a preguntas simples: ¿Por qué es bueno aquello que considero bueno, y por qué es malo aquello que considero malo? Las dos preguntas pueden elevarse al plano colectivo: ¿Por qué es bueno lo que una comunidad considera que es bueno, y por qué es malo aquello que colectivamente consideramos malo?
La ética estudia la naturaleza, el valor y la función de los juicios morales. Estos a su vez sirven para evaluar las acciones, a las personas, sus intenciones y a las instituciones. Hablando de estas últimas podemos centrarnos principalmente en tres: los sistemas políticos, los sistemas económicos y los sistemas jurídicos.
Los siguientes son ejemplos de juicios morales:
       A es bueno o será mejor seguir B.
       Si hago lo que Pedro dice en lugar de obedecer a mi madre, estaré actuando correctamente.
       Lo que Juan hizo con su hijo es muy malo.
       Que un deportista gane en un partido lo que un padre de familia en un año, será injusto.
       Que en México viva el Hombre más rico del mundo y al mismo tiempo 72 millones de pobres es además de desigual, injusto.
Los criterios de juicio moral más frecuentes aunque no los únicos son bueno y malo, y los juicios morales pueden darse desde dos perspectivas:
1.    Espectador: evaluamos en el plano moral el comportamiento de los demás, las instituciones y las prácticas admitidas en nuestra sociedad y en las demás.
2.    Actor: tomamos parte de los acontecimientos, evaluamos en el plano moral todas las opciones que se nos presentan.
Si buscamos una utilidad a los juicios morales podemos parafrasear lo dicho por Sócrates al hablar de la moral, se trata de esclarecer cómo debemos vivir, por lo tanto no hablamos de un asunto nimio. Los juicios morales forman parte de nuestra cotidianidad, se vuelven habituales: pueden componer y reflejar nuestra identidad, dar forma al tipo de persona que deseamos ser; reflejan la clase de sociedad en que vivimos y orientan su desarrollo; influyen sobre nuestras amistades y antipatías; guían nuestras elecciones e influyen sobre el tipo de vida que llevamos.
Los juicios morales son parte de la composición dicotómica de los seres humanos: mientras por una parte el humano es razón, intelecto, experiencia y conocimiento, por otra parte es también normas, reglas, principios, costumbre, carácter. Si bien la razón y el intelecto son propiedades inherentes al ser humano que le permiten ordenar su experiencia y obtener de ello conocimiento, por otra parte, el ser humano también ha precisado de construir elementos que le permitan organizarse en sociedad para alcanzar cierto grado de cooperación mutua y comunitaria que le ayude a garantizarse su superviviencia. Ese constructo convencional es en gran medida de lo que hablamos al referirnos a la ética.
1ª Parte

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